LA
MINERIA DE ALTA MONTAÑA
Siguiendo
la línea de la problemática de la
explotación minera en nuestro país, planteado por el compañero Alberto
García Jerez, con el caso de la minería en el paramo de Santurban Santander por
una empresa Canadiense es muy aterrador saber que nos encontramos en los
inicios de la desaparición de otro ecosistema estratégico de nuestro país, puedo afirmar que en el Huila y más
exactamente en el municipio de Campoalegre no es la excepción a esta
problemática en la actualidad existen en proceso de legalización 5
explotaciones mineras de aluvión, sobre la margen del Río Magdalena 3 de ellas
de propietarios Huilenses y 2 de ellas por 2 hermanos Coreanos, aunque la nueva
ley 1382 de 2010, propicia dicha actividad la corporación autónoma regional del
alto magdalena CAM, la desconoce y ha sancionado y cerrado las explotaciones
que a la fecha no han cumplido con el trámite legal de la licencia ambiental
para esta actividad.
L.A.L.P.
ACTIVIDAD
MINERA Y DETERIORO AMBIENTAL
En el caso particular de la contaminación y el
deterioro ambiental producido por la minería, además de aplicar debidamente las
reglas proteccionistas que hoy existen y de tratar de remediar el daño ya
causado, se requiere entender que esto sólo no basta para resolver los
problemas ecológicos asociados a esta actividad. Es necesario un cambio de
percepción de los alcances de las normas y su viabilidad con referencia a los
eventuales trastornos de su aplicación en términos de supresión de puestos de
trabajo, interrupción en el suministro de insumos minerales para los procesos
industriales e incumplimiento de contratos de aprovisionamiento a los mercados
internacionales. La gradualidad y la autorregulación surgen entonces como
instrumentos complementarios a los de comando y control para avanzar en la
disminución de los problemas ambientales de la minería, gracias a que las
compañías mineras se están convenciendo cada vez en mayor grado de la necesidad
de la protección del medio ambiente. Tal circunstancia es el primer paso para
concebir la solución a los problemas ecológicos no como una obligación impuesta
por la ley sino como una convicción prioritaria frente al objetivo tradicional
de maximizar el beneficio económico de sus inversiones, para adoptar estilos de
administración participativos en el que los intereses de las comunidades de las
regiones donde tienen asiento sus operaciones sean tenidos en cuenta y para
inducir el cambio técnico que compatibilice su actividad con el medio ambiente.
La mejor manera para disminuir los perjuicios e
impactos ambientales negativos producidos por las actividades mineras, es
realizarlas con perfecto conocimiento de los riesgos potenciales y de la forma
de reducirlos siguiendo una guía correcta de diseño y planeamiento para cada
operación. Por lo tanto, avances en el conocimiento de la formación geológica,
de la calidad, cantidad y distribución de las reservas minerales, de las
características fisicoquímicas y geotécnicas de las rocas a excavar, de las
propiedades ingenieriles de los terrenos para vías y obras de infraestructura,
del régimen de aguas y de las tecnologías asociadas a los procesos de beneficio
y transformación de minerales, son ineludibles en el propósito de hacer una
minería compatible con el medio ambiente.
PAGE, Talbot. El
impuesto a la extracción como un instrumento de la equidad intertemporal.
pp 316-333, de Economía,
ecología y ética. 1989.
PALACIO, Germán.
Globalización y dilemas de política ambiental. Pensamiento Jurídico No. 2
pp 5-23. Facultad de
Derecho Universidad Nacional. Santa Fe de Bogotá, 1995.
L.A.L.P.
Minería en el Huila
El departamento
Huila tiene grandes riquezas minerales tales como petróleo, rocas
ornamentales de donde se extrae el mármol, el granito y la arenisca, rocas
calcáreas que producen la caliza y la dolomita, rocas fosfóricas y materiales
arcillosos, plata y oro, entre otras.
Una gran parte de los ingresos el presupuesto18
departamental está basada en las regalías por concepto de explotación de
petróleo. En el año 2010, el presupuesto18
era de $763.092 millones y las
regalías fueron de $167.565 millones, es decir el 21.9%. Sin embargo, en el
Plan de Desarrollo se contempla la necesidad de que el departamento deje de
depender de estos ingresos, en especial para ejecutar proyectos de inversión.
“Éste por ser un recurso no renovable, no garantiza
sostenibilidad económica a largo plazo. Un estudio realizado por el
Departamento Administrativo de Planeación “Huila sin Regalías”, plantea que a 6
años el departamento, de no haber descubierto nuevos yacimientos de petróleo,
se quedaría sin la posibilidad de contar con ingresos por concepto de esta
actividad, por lo cual se hace necesario fortalecer la capacidad tributaria, a
través del incremento de los ingresos propios, y reorientando la vocación
actual productiva hacia sectores como la agricultura (es el primer productor de
café especial y participa con el 52% de las ventas en el exterior y ocupa el
quinto lugar en producción de caña panelera) y el turismo, fortaleciéndolos a
través de la tecnificación y
modernización de los mismos”19.
De acuerdo con los datos del Plan de Desarrollo20, en el
departamento del Huila existen 643 minas donde se explotan distintos materiales
de los ya mencionados.
La producción y calidad del mármol del Huila tiene
alto reconocimiento. Sin embargo, no ha podido ser explotado de manera
intensiva debido a dificultades logísticas, de tecnología, de eslabonamiento en
la cadena productiva y por el impacto ambiental.
La mayor producción se encuentra en el distrito
minero de Palermo que incluye además a los municipios de Neiva, Santa María y
Teruel.
Según datos de la Cámara de Comercio de Neiva sobre
empresas registradas, entre los años 2008 y 2010 se presentó un incremento en
la creación de empresas en ese sector que osciló entre 27 y 29, luego de que en
el 2006 solo se habían registrado 8.
Así mismo, en la Agenda de Productividad y
Competitividad21, se identificó al sector minero como uno de los esenciales para el
desarrollo y crecimiento del departamento hasta el año 2020. Además del mármol,
Huila cuenta con grandes reservas de roca fosfórica en Tesalia y Aipe que es
utilizada para la fabricación de fertilizantes, y de arcilla que se utiliza
para producir artesanías y bienes para la construcción. También existe un
potencial en calcio y magnesio que puede ser explotado.
18 Departamento del Huila, Asamblea
departamental. Plan de desarrollo departamental 2008-2011. Páginas 231 y 232
19 Ibid, páginas 59 y 60
20 Ibid página 63
21 Departamento Nacional de
Planeación. Agenda de productividad y competitividad. Documento regional Huila,
junio de 2007
L.A.L.P.
Oportunismo al acogerse al Desarrollo Sostenible
Se puede también criticar el que una gran parte de
quienes se acercan al Desarrollo Sostenible (a nivel gubernamental y
empresarial) enarbolándolo en sus discursos y en sus prácticas, lo hagan de una
manera poco honesta, y con el propósito de ganarse los favores de un público
consumidor cada vez más sensibilizado con la situación; como un “intento” de las
empresas por satisfacer las exigencias “ecológicas” de los consumidores,
logrando de esa forma un consumo mucho mayor aún (Morton, 2000).
Es cierto que la proliferación de los estándares
y de certificados de sostenibilidad (girando en torno al respeto ambiental y a
la responsabilidad
social) puede estar motivada por esa razón
mercantilista.
De hecho, se aplican a un número creciente de
productos y servicios que han surgido durante los últimos años. Aún admitiendo
que esto puede ser así, no podemos, en cualquier caso, negar que son pasos
dados en la dirección de un
Desarrollo más Sostenible, y que por lo tanto, suman
más que restan. Asimismo contribuyen a la difusión de conceptos y de valores
incluidos en el
Desarrollo Sostenible, por lo que hay que
acogerlos con satisfacción (Rubio Ardanaz y Akizu, 2005).
Por otro lado, debemos tener en cuenta que el atractivo
del Desarrollo Sostenible para gran parte de las instancias gubernamentales y
empresariales,
a las que hay que motivar y mobilizar en esa dirección,
reside precisamente en la “posibilidad de negocio” que supone su aplicación,
tal y como públicamente es reconocido por algunos autores y agentes económicos
(Austrian Business Council for Sustainable Development, 2001).
L.A.L.P.
DESARROLLO SOSTENIBLE
Ante la magnitud creciente y alarmante de estos
efectos no deseables del desarrollo Económico (enmarcado por la Globalización y por el
Neoliberalismo), nos vemos abocados a la reflexión de hacia dónde vamos y qué
tipo de futuro nos espera.
Son especialmente los datos que afectan al medio
ambiente y a los recursos materiales y energéticos, los que nos hacen temer un
retroceso drástico en las áreas ambiental y social, causa/efecto a su vez, de
un apagón en los avances
económicos conseguidos.
Vemos, por lo tanto que el Desarrollo Económico,
tal y como lo venimos entendiendo no es suficiente; se requiere un desarrollo
diferente: un Desarrollo Sostenible, si se quiere mantener lo avanzado en los
países desarrollados, y especialmente si se quiere hacer avanzar económica y socialmente
a las zonas del planeta más atrasadas.
Por lo tanto, el surgimiento del concepto de Desarrollo
Sostenible queda bien justificado.
El concepto de Desarrollo Sostenible está ligado
con justicia al nombre de Gro Harlem Brundtland, quien dirigió en 1987 la
Comisión que llevaría su nombre, y de la que saldría bajo los aus- picios de la
World Commission on Environment and Development, el texto titulado Our Common
Future (World Commission on Environment and Development, 1987).
Las dos características más sobresalientes sobre
las que se fundamenta el también conocido como “Informe Brundtland”, son un
incremento del desarrollo y la preservación del medio ambiente (World
Commission on Environment and Development, 1987), pero colocando siempre ambos
al servicio del elemento social, que pasa a ocupar el centro por el que se
justifican tanto las metas económicas como las medioambientales. Es necesario atender
a un Desarrollo que alcance a todas las personas, sin descuidar la clave de
futuro (Rubio
Ardanaz y Akizu, 2005).
L.A.L.P.
DESARROLLO ECONOMICO
El Desarrollo deja de ser sinónimo de Desarrollo
Económico, para pasar a una concepción más integral y compleja, que comprende
aspectos tanto ecológicos, concernientes a la preservación del medio ambiente (por
ejemplo, calidad del agua, integridad territorial, calidad del aire,
biodiversidad, etc.), como humanos (por ejemplo aspectos políticos, prosperidad
económica, salud, educación, etc.). A partir de Brundtland, algunas autores hablan
incluso de “sostenibilidad social”, “sostenibilidad económica”, “sostenibilidad
comunitaria”, “sostenibilidad cultural” como partes de la dimensión humana del
Desarrollo Sostenible (Hardoy et al, 1992; Pugh, 1996).
También supone un avance sustancial respecto a
los anteriores marcos de reflexión y de actuación (Desarrollo Económico puro, y
conservación ambiental
pura), esto es, la inclusión de un nuevo
parámetro temporal. Brundtland marca la conveniencia de satisfacer las
necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer las posibilidades de
que las futuras generaciones puedan, a su vez, satisfacer sus propias
necesidades. La necesidad de poder desarrollarse no se extiende únicamente al resto
de la población mundial (además de quienes vivimos en el Primer Mundo), sino
que es intergeneracional.
No podemos hipotecar las posibilidades de que
quienes habiten el planeta en el futuro puedan igualmente gozar de un nivel de
desarrollo similar al que deseamos para nosotros/as.
L.A.L.P.
LA ETICA AMBIENTAL SOSTENIBLE
Deberíamos partir por
tanto, del principio de que la ética ambiental debe ser al mismo tiempo un
código de comportamiento social y político.
Si esta afirmación
excluye o no la formulación normativa de una ética individual deber ser punto
de discusión. Por una parte, las éticas individualistas, que han predominado en
el pensamiento moderno, parten del presupuesto de que lo social y lo político
son el resultado del esfuerzo de voluntades individuales. Frente a estas
tendencias, las corrientes que Augusto Ángel* provienen de la filosofía
hegeliana y marxista, plantean que el individuo sólo es comprensible como
producto de la cultura.
Cualquiera que sea la
posición que se tome en este debate, lo que queda claro es que una ética
ambiental no puede reducirse a fórmulas de comportamiento individual, sino que
tiene que construir una normativa del comportamiento social y político. Para
ello habría que partir del principio de que es la cultura como un todo la que
modifica el medio natural adecuada o inadecuadamente. Los problemas ambientales
rara vez se deben a actitudes individuales, desligadas de un contexto social.
El hecho de que un campesino desplazado se dedique a deforestar no depende en la
mayoría de los casos de opciones individuales libres de cualquier presión, sino
a exigencias de supervivencia.
Sin duda alguna, el
único que actúa es el individuo. Toda ética debe referirse por tanto, en último
término, al comportamiento individual. Ni las clases sociales ni el Estado, ni
la burocracia actúan como tales. Son simples abstracciones para explicar el
comportamiento individual. Las ideas, por lo tanto, se encarnan en la piel
individual. Por eso, toda norma ética, tal como lo plantea Hegel, debe tender a
la liberación y al perfeccionamiento del individuo. El único soporte de la
ética es, por lo tanto, el individuo.
Sin embargo, el
individuo no actúa independientemente del cuerpo social. Su actividad no se
debe a impulsos anárquicos, desligados de todo contexto. El campesino actúa
como campesino y el burócrata como burócrata y mientras haya burocracia, habrá
comportamiento burocrático.
El moralismo consiste en
querer reformar la sociedad, sin tener en cuenta
las mediaciones
sociales.
* Instituto de Estudios
Ambientales, IDEA, Universidad Nacional, Colombia.
* * Universidad Autónoma
de Occidente, Colombia.
L.A.L.P.
LOS TRÁNSITOS DE LA
EDUCACIÓN SOBRE EL AMBIENTE
De la educación
naturalista, a la educación sobre el entorno, a la educación ecológica, se ha
transitado por diversos caminos, que han ido abriendo opciones para construir
la educación referida al ambiente, con miras a un desarrollo sustentable.
En todo este proceso, la
educación en general ha estado oscilando desde la clásica repetición de
conocimientos o informaciones fragmentados hasta una visión creativa e
innovadora que se sustente en ellos y los trascienda, que se asuma como una
actividad cognoscitiva básica, de la cual dependa no sólo la asimilación sino
también la creación de nuevos conocimientos, habilidades y destrezas, que
profundice el desarrollo mental, así como la formación de convicciones y
opiniones decisivas en las actitudes de individuos y grupos hacia la sociedad y
hacia la naturaleza.
La educación ambiental
no ha escapado a la situación general de la educación. Se ha tenido que insertar,
a su manera, en procesos unidisciplinarios, estableciendo cátedras de ecología,
o sobre manejo de los recursos naturales. Ha tratado de ser interdisciplinaria
y de convencer sobre la importancia de ello, dentro de compartimentos estancos en
la educación básica y en los estudios superiores. Ha buscado formar docentes
con visión sistémica, aunque éstos sigan siendo preparados como profesionales
unidimensionales. Ha creado espacios de investigación interdisciplinaria y ha
logrado mantenerlos en algunos casos, pese a la oposición férrea de las mentes
estáticas que prefieren seguirse insertando en facultades y departamentos hasta
el fin de sus días. Y en todos estos procesos ha logrado avances importantes,
con aplicación de la imaginación creadora y del creciente respaldo del
pensamiento ambiental.
En el tránsito por
diversos escalones y experiencias constructivas, la educación ambiental ha ido
construyendo una visión más amplia sobre la vida, un contacto más intenso con
la naturaleza, una percepción más clara sobre el papel a desempeñar en la
sociedad y sobre nuestro reingreso consciente a la naturaleza y a nuestra
esencia como seres humanos, tratando de fundamentar sus acciones en valores y
principios.
Pero continúan
prevaleciendo dos tendencias originarias: la educación ecológica y la educación
para solucionar problemas ambientales.
Las dos tendencias
tienen sin duda su importancia, desempeñan un papel clave en los procesos
educativos sobre el ambiente, pero estamos en un momento que requiere un esfuerzo
mayor, que vaya más allá de la ecología por sí misma, y de los problemas. Que
aporte en la formación de una nueva ética ambiental, de una nueva racionalidad,
que promueva nuevos saberes ambientales, que se articule con la ciencia y con
los saberes tradicionales, que lleve a una nueva visión de la sociedad
integrada con la naturaleza, a una real participación y a un verdadero
desarrollo sustentable.
La investigación
científica, la interdisciplinar y la ética ambiental, los saberes
tradicionales, la diversidad biológica y la diversidad cultural, la complejidad
ambiental, los derechos de la sociedad y de la naturaleza, el sentido de
ciudadanía ambiental, la creación de la nueva racionalidad ambiental, todos son
temas que deben trabajarse en, desde y hacia la educación ambiental.
ÉTICA Y EDUCACIÓN AMBIENTAL: CONSTRUCCIONES
CONVERGENTES 227
L.A.L.P.
ECONOMIA SOSTENIBLE
La economía sostenible
también conocida como desarrollo sostenible, perdurable o sustentable
caracteriza un tipo de desarrollo socio-económico el cual fue
institucionalizado o formalizado en 1987 a través del Informe Brundtland,
proveniente de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas.
Su función o definición clave es la de “satisfacer
las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades
de las del futuro para atender sus propias necesidades”.
Para lograr esto, la economía sostenible debe satisfacer las necesidades de la sociedad
tales como la alimentación, ropa, vivienda y trabajo. Esto se debe a que
si el mundo se encuentra en la pobreza, las catástrofes serán inminentes, incluyendo las ecológicas (recordemos el caso Haití). Por otro lado, el factor
tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente
para absorber los efectos de la actividad humana, son básicos para un
desarrollo en el tiempo.
Por otro lado, existe también la necesidad de lograr un “desarrollo verde“, es decir, dar prioridad a la
“sostenibilidad ambiental”. Asimismo, esta visión plantea un dilema ante el
desarrollo económico, dado que si se posee una planta de última tecnología
“respetuosa con el medio ambiente” con altos gastos de operación es menos
sostenible que una planta rudimentaria.
De los límites de los recursos naturales surgen 3
reglas:
- Los recursos renovables no deberán ser utilizados a un ritmo superior al de su generación.
- Los recursos contaminantes deberán producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente.
- Los recursos no renovables no deberán utilizarse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable.
L.A.L.P.
ECOTURISMO EN EL HUILA
El
departamento del Huila se encuentra ubicado en el sector suroccidental de la
Región Andina de Colombia, tiene límites con las regiones de Orinoquia a través
del departamento del Meta, con la región Pacífico con el departamento del Cauca
y con la Región Amazonas con el departamento de Caquetá.
Tiene una
ubicación privilegiada, no solo por su cercanía con las otras regiones de
Colombia, sino también por estar dentro de su territorio parte de la cordillera
central, el origen de la cordillera Oriental de Colombia en el macizo
colombiano que se encuentra dentro de su territorio, así como el inicio del
valle del río Magdalena, principal río Colombiano que nace en el Departamento
del Huila.
Por su topografía,
Huila presenta todos los pisos térmicos, desde el cálido en el desierto de la
Tatacoa hasta el frío helado en el Volcán Nevado del Huila.
Por
varias razones, el Huila es excelente para el Ecoturismo, es el único
departamento colombiano que cuenta con 5 parques nacionales.
Todas
los climas y accidentes geográficos se pueden encontrar en estas tierras.
Péguese la rodadita a las fiestas de San Pedro y la pasará
como nunca, eso si hay que aprovechar para una aventura ecoturística sin igual.
El nevado del Huila con el pico más alto de la Cordillera
Central.
La aventura arqueológica de San Agustín. El desierto de la Tatacoa
es un paraje espectacular.
La represa de Betania con más de 7,000 hectáreas.
El páramo de Miraflores. Las Cuevas del Tigre y los Guacharos.
Visitar poblados como Pitalito, Palermo, Yaguará, Garzón y Gigante. Conocer el
estrecho del Magdalena. El Huila tierra Caliente y fría como ninguna asegura
una experiencia ecoturística maravillosa.
L.A.L.P.
LA ECONOMIA ECOLOGICA
Continuando
con el planteamiento de la compañera Nubia Zuluaga respecto a la Economia Ecológica como un
sistema diferente de conocimiento, quisiera complementar y exponer algunas
apreciaciones al respecto.
La Economía
Ecológica (EE) es denominada "la
ciencia de la sustentabilidad" por promover la meta del desarrollo
sostenible entendida ésta como el mantenimiento en el tiempo de los elementos
de la naturaleza que son críticos para la vida y la economía humana en un
contexto de equidad intra e intergeneracional.
La EE es
pluralista, internamente es heterogénea, no se encasilla en una teoría general
dominante, integra elementos de la economía, ecología termodinámica, ética y
otras ciencias naturales y sociales para proveer una perspectiva integrada y
biofísica de las interacciones que se entretejen entre economía y medio
ambiente, con el objeto de contribuir a la solución estructural de los
problemas ambientales. (J. Van Den Bergh, 2000).
La EE,
utiliza el análisis de sistemas y el uso de indicadores biofísicos como
herramientas metodológicas, rechaza los postulados e instrumentos que la teoria
económica ortodoxa aplica a la gestión de los recursos naturales y ambientales,
se identifica más con los postulados de la economía política y de la economía
institucionalista.
La EE ha
logrado un gran desarrollo teórico a partir del cual se analizan los problemas
ambientales y se sustentan las criticas a la economía ambiental, sin embargo,
aún no logra operativizar los conceptos; debido, entre otras cosas, a las
restricciones de calidad y cantidad de información relacionada con: inventarios
sobre dotaciones de recursos naturales, información sobre el comportamiento de
los sistemas biológicos, sobre los residuos generados, detallando la forma en
que se acumulan dispersan o reciclan, modelos de flujos físicos de los sistemas
utilizadores y sus respectivas conexiones con la información relativa a sus
contrapartidas monetarias.
Van den Bergh. 2000.
Ecological Economics: themes, approaches, and differences with environmental
Economics. Institute Tinbergen. Papers Discusión. Departamento of Spatial
Economics.
Robert
Costanza,1996 Ecological Economics: Reintegrating the study of humans and
nature. Rev. Ecological Economics. 6 (4) pp. 978-900.
L.A.L.P.
ECONOMIA AMBIENTAL
Complementando las
reflexiones expuestas por la compañera Martha Cecilia Aldana, respecto al tema
del “Paradigma de la Economia Ambiental”, puedo afirmar lo siguiente.
Que la economía
ambiental no es la aplicación de las ciencias económicas en general a la
problemática ambiental. Se llama así a la interpretación de una escuela del
pensamiento económico, a saber, la neoclásica, que pasó a incorporar el medio
ambiente como objeto de estudio. La economía ambiental
se basa, entonces, en
los mismos conceptos y presupuestos básicos de la teoría neoclásica, que
concentra el análisis sobre la escasez, y donde los bienes son valorados según
su abundancia-rareza, de tal manera que cuando se trata de bienes escasos,
éstos son considerados bienes económicos, mientras que cuando son bienes
abundantes, no son económicos.
El medio ambiente viene
adquiriendo estatus de bien económico porque muchos recursos naturales, como el
agua y algunas fuentes de energía no renovables, comienzan a escasear y
presentan horizontes de agotamiento previsibles. Al mismo tiempo, estos bienes
naturales, aun cuando sean insumos indispensables del proceso productivo,
presentan características de bienes no económicos, por no poseer precio,1 ni
dueño. Por esta razón, el medio ambiente se encuentra externo al mercado. La
incorporación del medio
ambiente al mercado se
daría mediante el procedimiento de internalización de esas externalidades,
adjudicándoles un precio. Por eso, la economía ambiental se ocupa
principalmente de la valoración monetaria del medio ambiente. Una vez
internalizado, el medio ambiente pasa a tener las características de un bien
económico, o sea, pasa a tener precio y/o derecho de propiedad.
Hay otras escuelas
económicas que también trabajan la cuestión ambiental, basadas en otras
filosofías, y buscando comprender la multidimensionalidad del medio ambiente. Lato
sensu, y a los efectos de políticas de acción, medio ambiente no es sólo la
biosfera, sino también la sociedad y su economía, donde las dinámicas y las
lógicas intrínsecas de cada esfera se presentan, en parte, convergentes y, en
parte, excluyentes.
Economia ambiental, Man
Yun Chan, Capitulo
6, Introducciòn, pag. 175.
L.A.L.P.
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